Aunque los gustos y estilos sean algo muy personal, hay principios básicos de la decoración que aplican para cualquier proyecto de interiorismo.
Son una buena guía para diseñar tu espacio como todo un profesional, incluso si eres de los que no se toman muy en serio las reglas y tendencias de decoración, porque son muy sencillos de poner en práctica.
¡Sigue leyendo para saber cómo hacerlo!
1. Armonía
La armonía de los espacios consiste en lograr el equilibrio entre los tamaños, formas y colores de los elementos que lo componen. La clave está en considerar el peso visual de cada pieza para dar con la mezcla correcta.
Y se puede aplicar, mediante dos técnicas diferentes:
- Simetría – Un lado de la habitación es el reflejo del otro, generando un efecto de imagen despejada.
- Asimetría – Equilibrio mediante el uso de elementos que son diferentes, pero tienen el mismo peso visual, dando como resultado una decoración interesante y con personalidad.
2. Ritmo
El ritmo agrega interés a la estancia, haciendo que nuestra mirada pase con naturalidad de unos elementos a otros y perciba el conjunto como un todo unificado. ¿Cómo? Las secuencias de formas, alturas, colores o texturas determinan la dirección visual por la habitación al completo.
Por eso, una variación con ritmo es clave para evitar una decoración monótona.
3. Escala
El tamaño de los muebles y accesorios con los que decidimos rodearnos también es un factor importante del principio de la escala en el diseño. ¿Qué tan bien encajan las dimensiones de los objetos entre sí y dentro de la extensión de la habitación?
El objetivo es que los elementos estén en sintonía con el espacio, a través de:
- Proporción – Piezas relacionadas unas con otras, pero son visualmente armónicas.
- División – Elementos divididos en diferentes tamaños, formando una unidad.
4. Punto focal
Sí que es verdad que los principios básicos de la decoración anteriores pueden parecer conceptos muy generales que, aunque no hay que perder de vista, tal vez no te dan el punto de partida que se logra con el que vamos a ver a continuación.
¡El punto focal es el ancla de la decoración!
Se trata del elemento que atrapa las miradas naturalmente en cuanto cruzas la puerta de la habitación.
Tiende a ser la característica más llamativa que ya tiene la estancia como una chimenea o una ventana con una hermosa vista, pero también pueden crearse, echando mano del color y la iluminación que lo hagan destacar:
- Coloca un mueble de un color que atrape miradas, una obra de arte que robe suspiros o un espejo de gran tamaño.
- Dale el protagonismo a una pared con un tono diferente al resto, estantes con accesorios que cuenten tu historia o una obra de arte que te haga feliz.
- Considera el propósito de la habitación y decora un espacio para ello. Por ejemplo, en el comedor, puedes darle el lugar principal a la mesa con un arreglo floral o una lámpara de techo con un diseño tipo escultura.
Y, al final, complementa el elemento focal con accesorios alrededor que lo enmarquen.
5. Números impares
La regla de los números impares es uno de los principios básicos de decoración más sencillos de aplicar. Y, una vez que sabes de su existencia, es imposible dejar de ver los patrones de tres en todas partes.
Está demostrado que los detalles ordenados en números impares son más atractivos y memorables que los agrupados en pares. El motivo es porque crean armonía e interés visual, sobre todo si los complementos elegidos varían en alturas, formas y texturas.
6. Espacios negativos
Al empezar un proyecto decorativo, puede ser tentador planear algo para cada centímetro disponible, pero el espacio negativo dice muchísimo en el silencio. ¿A qué nos referimos? Se trata del área que no contiene ningún objeto.
Y, aunque puede sonar complicado, estas claves nos ayudan a aprovecharlos al máximo:
- Sin desorden – No llenes de accesorios la superficie de la estantería o aparador; mejor despeja la zona para apreciar los que sí son relevantes.
- Contraste de formas – Las formas contrastantes generan un espacio negativo interesante. Por ejemplo, las líneas curvas de una mesa redonda suavizan las de las sillas angulares.
El objetivo no es solo eliminar los objetos que están de más, sino de buscar zonas que complementen la estancia, incluso sin decoración.
Dale una vuelta a los básicos
Los principios básicos de la decoración son bastante lógicos y fáciles de aplicar, incluso para los no-interioristas, pero no olvides que lo más importante es hacer que tu espacio se sienta propio.
¡Adapta las “reglas” a tus gustos y preferencias!
Y, si todavía no sabes por dónde empezar, no dudes en contactarnos para contar con la guía totalmente personalizada de los profesionales de ZB Interiorismo en tu proyecto de decoración o bien, compártenos tus comentarios en redes sociales.