Las principales características de la decoración atemporal son los pilares que sostienen a ambientes que transmiten buen gusto y personalidad a largo plazo. Se trata de diseñar espacios que logran sobrevivir a las tendencias pasajeras sin cansar, si se aplican bien.
Pero eso no implica habitaciones que permanezcan estáticas en el tiempo, sino que la base sea lo suficientemente firme para que los pequeños cambios que decidas integrar siempre encajen a la perfección.
Y no es tan difícil, si seguimos estas cinco claves como guía para crear una decoración que trascienda en el tiempo adaptada a tu estilo de vida.
1. Base en tonos neutros
Hay elementos que no es conveniente cambiar constantemente; por eso, un estilo atemporal requiere una base neutral que haga destacar el resto de elementos decorativos, empezando por la paleta de colores.
Lo más recomendable es optar por tonalidades neutras que conviertan a las paredes en el fondo de las piezas protagonistas. Para lograrlo, elige entre las variantes del blanco, el gris o los colores tierra, y deja los más llamativos para los pequeños detalles.
Otro de los trucos fundamentales para crear esta base es aprovechar los elementos arquitectónicos de cada habitación como las columnas, molduras o vigas de madera que le darán un toque único a la decoración.
2. Mobiliario con diseño de líneas limpias
El diseño del mobiliario prácticamente define el estilo decorativo. En el caso del espacio atemporal, lo mejor es elegir piezas con líneas limpias y detalles geométricos, pero no por eso aburridas y sin vida. Además, los materiales y acabados de calidad son parte fundamental de los muebles que le darán forma a una estancia con elegancia a largo plazo.
3. Textiles lisos: una de las características de la decoración atemporal
Un espacio que refuerce el concepto de atemporalidad no está en contra de los matices que aportan las diferentes texturas, pero sí que es necesario tener cuidado con los estampados marcados que siguen tendencias específicas que nos pueden llegar a aburrir con el tiempo.
Así que, lo más recomendable es optar por papeles pintados y tapicerías de mobiliario lisas o con detalles discretos que se puedan combinar con accesorios con más personalidad para no perder la armonía en la habitación.
4. Materiales naturales siempre presentes
Los materiales naturales de buena calidad van unidos a la atemporalidad. Y es que, han sido una constante a lo largo de la historia del interiorismo, gracias a su versatilidad para integrar complementos en todos los estilos decorativos. Además de que, con los cuidados adecuados, se mantienen como el primer día.
Para escapar a la fugacidad de las tendencias, apuesta por muebles de madera, acabados en mármol y detalles con fibras vegetales, los grandes aliados de un estilo que perdura en el tiempo.
5. Elementos que aporten un toque clásico
Los detalles son los encargados de elevar el nivel de la decoración. El objetivo es hacerlos destacar entre el conjunto de básicos que forman las características de la decoración atemporal.
Y en este estilo no puede faltar un elemento de diseño clásico. El abanico de posibilidades incluyen: una butaca vintage, el arte en las paredes, lámparas que parecen esculturas, espejos con marcos especiales… Piezas que seguro se convierten en los protagonistas del espacio y te ayudan a lograr una mezcla entre el pasado y la modernidad.
Diseña un espacio que desafíe las tendencias
Salirse de las modas permite evitar que la decoración se vea desactualizada con el paso del tiempo. La clave está en diseñar un espacio auténtico en el que baste cambiar algunos elementos para darle una sensación diferente.
Y con estos consejos lograrás un enfoque atemporal a tu hogar fácil de adaptar a tu personalidad.
Pero si necesitas un par de manos extras para diseñar ambientes que no pasen de moda, contáctanos y empecemos tu proyecto, o síguenos en redes sociales para que los decotips de ZB Interiorismo lleguen a tu pantalla.